A pocos km de Quesada, municipio al sureste de la provincia de Jaén, se encuentra, tras un puerto serpenteante del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, El Santuario de Tíscar, La Cueva del Agua y el Castillo de Peñas Negras.

Tíscar significa "Paso entre montañas" en lengua bereber. En época islámica se componía de villa, castillo y peña

Breve historia

Tíscar significa "Paso entre montañas" en lengua bereber. En época islámica se componía de villa, castillo y peña. Fue el último reducto árabe en esta zona, comunicado con la atalaya de Tíscar, Castillo de Majuela, Cinco Esquinas, la Yedra y el de La Iruela, arrebatado por los musulmanes en el s. XIV. En la época cristiana, a raíz de la conquista de 1319 se convirtió en frontera con el Reino de Granada durante nada más y nada menos que dos siglos.

Su situación en este entorno, su historia, las peregrinaciones anuales hasta la Virgen de Tíscar y el agua que rodea a la villa, es signo de escapadita obligatoria. Junto a unos amigos realizamos la ruta oficial con el móvil modo foto en mano.

Santuario de la Virgen de Tíscar

Nada más llegar al núcleo de la villa, se puede apreciar las vistas hacia todo el valle de Don Pedro y Belerda, y adentrarnos en la plaza donde se sitúa el Santuario, a los pies del Castillo.

Varios estilos han pasado por este Santuario, reconstruido tras la reconquista cristiana, guardando elementos arquitectónicos de otras épocas como el arco apuntado de la puerta de entrada, las jambas ornamentadas, o los restos del alicatado granadino dentro de la sacristía del siglo XIV. Siguiendo con el decorado, en los muros de la ermita, se pueden apreciar las destacadas obras realizadas por el pintor local Rafael Zabaleta.

En el interior de la ermita, se encuentra la bien querida Nuestra Señora de Tíscar, que como diría mi hermana, es una virgen "guapa".

Los fieles realizan peregrinaciones desde toda la comarca varias veces al año, cumpliendo con la promesa que alguna vez realizaron por la obtención de su pedacito de milagro o para demostrar la devoción y pasión hacia la Santísima. Para que nos entendamos, es nuestra Virgen del Rocío en la comarca de Quesada.

Son varias las historias que se cuentan acerca de los milagros, cumplimientos e incumplimientos de promesas, pero dejaremos la conspiración para otro día.

En la misma plaza que da acceso al Santuario, frente a éste, se encuentra una fuente de piedra con agua natural, sobre la que se puede leer un poema de Antonio Machado dedicado a Tíscar, sí, Antonio Machado was here.

Castillo de Tíscar o Peñas Negras

Desde aquí observamos el Castillo de Tíscar o Peñas Negras. No se data la fecha exacta de construcción, sin embargo, ya es mencionado en multitud de crónicas, en el año 896, como fortaleza de "Tískar". Los más deportistas y healthys, pueden hacer la subida a través de unas escaleras metálicas de tramex bordeando la piedra sobre la que se asienta el Castillo, aunque hay que decir que su acceso es difícil y peligroso.

Historia

Fue conquistado por Fernando III, el Santo, el 18 de septiembre de 1224, quien lo entregó al Arzobispo de Toledo Don Rodrigo Ximénez de Rada el 20 de enero de 1231, pasando a formar parte del Adelantamiento de Cazorla, institución feudal que dominó estas tierras en la Edad Media.

El 25 de Junio de 1274, el Rey Don Alfonso X, el Sabio, en premio por las ayudas recibidas por el Concejo de Úbeda tanto a él como a su padre Don Fernando, les concede este Castillo.

Posteriormente pasó de nuevo a poder de los moros, comenzando Fernando IV su reconquista, que continuó el Infante Don Pedro, tío de Alfonso XI en 1319 quién partió de Úbeda con Don García Fernández de Turgiello, Maestre de Santiago, Don Garci López de Padilla, Mestre de Calatrava, Don Ruy Velásquez, Mestre de Alcántara y los Arzobispos de Toledo y de Sevilla, los que una vez en Tíscar, cercaron el castillo, del que era Señor Mohamed Andón.

Ante las dificultades para su conquista, por lo inexpugnable de su situación, un escudero del Maestre de Calatrava, un pequeño hombre llamado Pero Hidalgo, trepó a la Peña Negra y mató a diez moros que estaban guardando el castillo, con lo que pudo ser tomados por los sitiadores, a los que Andón entregó las 4500 personas que en él había y que el infame dejó marchar libremente a Baza.

Los descendiente de aquel escudero, Pero Hidalgo, se llamaron desde este hecho DIEZ, y como la hazaña la realizó de noche, le otorgó el Infante por armas un lucero de oro en campo de gules.

La Cueva del Agua. Un monumento natural

Continuamos con el tercer pilar de esta visita "La Cueva del Agua", monumento natural. La explanada para dejar el coche se encuentra a unos 400 metros del Santuario, de hecho, en la ida hacia el Santuario ya habréis visto el cartel informativo indicando su situación.

Realizamos la bajada andando, que son muy pocos metros y nos encontramos con un pequeño túnel liliputiense. Doblaremos rodillas y pasaremos a través del mismo, siempre salvaguardando nuestra cabeza, pero no exageremos, son muy poquitos metros, donde se ve claramente la salida y por tanto, apto para claustrofóbicos. Al pasar este pequeño túnel, aparece toda la belleza y paz del lugar, con el sonido del agua corriendo por todas partes. En este punto el mindfullnes aparece por sí solo.

Desde aquí bajamos por unas escaleras hasta llegar a la cueva, o yo la llamaría semicueva ya que está abierta y no es cerrada. Dependiendo de la época del año habrá más o menos agua, brotando de cascadas que realizan su paso a través de las rocas.En el interior de esta cueva, por la que baja un pequeño riachuelo, según la tradición es aquí donde apareció la Virgen de Tíscar en 1319. De esta forma se aprecia la pintura en una de las piedras simulando la forma de la misma.

Lo que no cabe duda, es que se trata de un lugar mágico con toda la naturaleza en estado puro y el sonido del agua vibrando por todo tu ser. ¡Sí, me encanta! Y mis amigos quedaron impresionados ante esta maravilla de la naturaleza. Si estáis por la zona no dudéis en realizar esta visita obligatoria.

Información geológica sobre la Cueva del Agua de Tíscar

Debido a la naturaleza de los materiales que conforman estas sierras; calizas, margas y dolomintas, es frecuente encontrarnos con grutas y cuevas de este tipo. El origen de esta formación se debe a una mezcla de reaciones químicas entre el agua y la roca caliza, a la erosión mecánica producida por el agua, que va desgastando y ampliando las grietas que encuentra a su paso.

Frente a su capacidad para disolverse, la caliza presenta gran consistencia y por ello es capaz de mantener paredes verticales, o soportar las grandes bóvedas que llegan a formarse en el interior de los macizos calcáreos. Este tipo de erosión mecánica produce un fenómeno de encajonamiento de los cauces de los ríos. En el Parque Natural son frecuentes los encajonamientos de lo scauces a modo de cerradas o gasgantas fluviales.

Formaciones muy características que aparecen en las cuevas, son las estalactitas y las estalagmitas. La cal disuelta precipita con frecuencia de tal manera que crea depósitos con formas peculiares a modo de carámbanos qeu cuelgan en los techos de las cuevas, conocidas como estalactitas. La misma gota de agua que cae de la punta de una estalactita deposita más calcita en el suelo, resultando finalmente una estalagmita redondeada o cónica. Si ambas estructura crecen hasta unise, se forma una columna.